¿Por qué tiemblan los poderosos cuando el pueblo exige ser escuchado? La consulta popular, ese mecanismo constitucional que permite que la voz ciudadana resuene más fuerte que los intereses de unos pocos, está siendo vilipendiada y tergiversada. Se intenta sembrar la idea de que consultar al pueblo es un acto de imposición, una estrategia para socavar las instituciones. ¡Pero no nos engañemos!
La consulta popular no es una imposición, es un acto de democracia pura. Es el legítimo derecho del pueblo a decidir sobre aquellos temas que los poderosos, enquistados en el Congreso, pretenden cerrar a su antojo, favoreciendo sus propios intereses y los de sus élites.
La Constitución es clara: el pueblo es el soberano, y su voz debe ser escuchada. No permitamos que se manipule la verdad, que se construyan matrices de opinión falsas para silenciar a quienes exigen una Colombia más justa e igualitaria.
Hoy, más que nunca, es crucial que el pueblo se organice, participe y defienda su derecho a decidir. No podemos permitir que las élites sigan gobernando a espaldas de la ciudadanía, imponiendo sus agendas y perpetuando la desigualdad. La consulta popular es una herramienta poderosa para transformar la realidad, para construir un país donde la voz de todos y todas sea escuchada y respetada.
Es hora de alzar la voz, de participar activamente en el pulso político y de demostrar que el pueblo colombiano no se dejará amedrentar por aquellos que temen a la democracia verdadera.